¿Por qué no jugamos a descubrirnos y a perdernos entre petalos de flores?
Dos horas son la eternidad.
¿Por qué no me dices la verdad y el precio que he de pagar?
El silencio ruge tan fuerte que a mi niño hace llorar.
¿Cuántas lunas sin tu voz, sin tus labios, sin tu abrazo?
Ruedas sin freno por la avenida del viento.
miércoles, 19 de octubre de 2011
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